domingo, 24 de mayo de 2009

Cuarentena y discriminacion




Debo mencionar que soy un admirador de la carrera y trabajo de Jorge Ramos a quien considero uno de los periodistas más serio y responsable en los Estados Unidos. Además,(y aunque es harina de otro costal) me identifico con las ideas presentadas en su libro “Sin Fronteras”. Sin embargo hasta cierto punto estoy en desacuerdo respecto a lo que parecen las conclusiones que se derivan de esta entrevista, y aunque respeto el sentimiento de la entrevistada no creo que se tratara de un hecho de discriminacion.
Primero que nada hay que aclarar el significado de dos conceptos desde el punto de vista de control de infecciones y de salud pública: aislamiento y cuarentena.
Aislamiento es la separación del resto de la población susceptible de individuos con manifestaciones de la enfermedad infecciosa que se pretende controlar. Es decir, si un individuo tiene síntomas de influenza (fiebre, tos, dolores musculares, etc.) el individuo es separado de aquellos sanos para evitar la trasmisión de la enfermedad. El punto pues es que el aislamiento esta dirigido a individuos sintomáticos durante el periodo que se considera que pueden estar transmitiendo la enfermedad, tiempo que es variable dependiendo de cada enfermedad infecciosa y del tratamiento suministrado.
Cuarentena consiste en la separación (“aislamiento”) de individuos asintomático expuestos (o potencialmente expuestos) a una enfermedad, es decir antes de presentar manifestaciones de la misma (durante el periodo de incubación de la enfermedad). Teóricamente, algunos de estos individuos iniciaran la manifestaciones de la enfermedad durante este tiempo de cuarentena y podrán ser identificados y aislados de los demás (y tratados).
Como se ve la idea de ambos conceptos es disminuir la trasmisión de enfermedades infecciosas.
La efectividad de ambas medidas es variable dependiendo de la enfermedad infecciosa en particular y tendría que ver con el periodo de incubación (tiempo entre la adquisición del agente infeccioso y el inicio de síntomas), y de la transmisibilidad del agente infeccioso. Incluyo en la transmisibilidad no solamente si es altamente o no transmisible (R0), sino también el modo de transmisión (a través de vectores, aérea, gotas, contacto, etc.) y del momento en particular en relación al inicio de los síntomas en que la enfermedad comienza a ser transmitida: Por ejemplo, el virus del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS por sus siglas en ingles) tiene un periodo de incubación de aproximadamente 4 a 10 días y la transmisibilidad se inicia una vez comenzados los síntomas, mientras que en el caso de la influenza el periodo de incubación es muy corto (1-4 días) y la transmisión se inicia antes (1 día en promedio) del inicio de los síntomas.
Así pues, en teoría, seria mas factible controlar o abortar una epidemia de SARS usando las medidas de aislamiento y cuarentena que una de influenza.
La efectividad de la cuarentena como medida para el control de una epidemia de influenza ha sido estudiada basado en datos históricos de las pandemias anteriores (fue aplicada de diversas maneras, intensidad y momento durante la pandemia de 1918 por ejemplo) y mas recientemente mediante el uso de modelos matemáticos (hay que decir que no solo se ha analizado el tema de la cuarentena sino también el de restricciones de viajes, entre otros, los cuales durante el episodio de la Influenza A H1N1 iniciado en México fueron intentados también por otros países). Las conclusiones sobre la aplicabilidad (en el caso de la cuarentena se aplica cuando se debe pero también cuando se puede) y efectividad de la cuarentena en el caso de la influenza dan resultado variables, y en el caso de las restricciones de viajes, la medida no pareciera ser efectiva.
En la situación particular de la medida de cuarentena tomada por las autoridades chinas contra los pasajeros del avión que eran mexicanos hay que tomar en cuenta varios aspectos: primero, México era el epicentro de la epidemia y la mayoría de los casos reportados hasta ese momento de una u otra manera parecían tener alguna relación con visitas a México o contactos con personas de esta nacionalidad. Segundo, el Gobierno Mexicano había tomado medidas agresivas (yo diría de manera bien responsable y a un alto costo economico para ese pais lo cual habla bien de la seriedad con la que se atendio el problema en Mexico) debido en parte a la magnitud del problema en ese país, la incertidumbre sobre la información (en particular en lo que se refería a la severidad y mortalidad de esta enfermedad) y las posibles implicaciones respecto a inicio de una pandemia. Tercero, la Organización Mundial de la Salud había considerado el problema seriamente al punto que había elevado el nivel de alerta a la fase prepandemica (fase 5) y finalmente, pero a mi modo de ver muy importante, los chinos ha pasado por la experiencia del SARS en el 2003 y de la influenza aviar (H5N1) desde 1997, con su alta letalidad y costos en vida humanas (la influenza aviar, aun circulado, carga una mortalidad de entre el 50-60 %) y económicas: el costo estimado de la epidemia de SARS en Canadá, Singapur, China y Hong Kong ha sido estimado en 30-50 mil millones de dólares. Visto de esta manera las autoridades sanitarias chinas actuaron muy agresivamente para evitar la introducción de una nueva enfermedad infecciosa potencialmente severa (de acuerdo a las informaciones disponibles hasta ese momento) en ese país y no una acción discriminatoria contra el pueblo mexicano.

Referencias:

1. Markel, H. Nonpharmaceutical Influenza Mitigation Strategies, US Communities,1918–1920 Pandemic. EID 2006, 12: 1961-64.
2. Hatchett, H. Public health interventions and epidemic intensity
during the 1918 influenza pandemic.
www.pnas.org_cgi_doi_10.1073_pnas.0610941104
3. Fraser, C. Factors that make an infectious disease outbreak controllable. www.pnas.org_cgi_doi_10.1073_pnas.0307506101
4. T Déirdre Hollingsworth. Will travel restrictions control the international spread of pandemic influenza? Nature Medicine 2006, 12: 497-499.

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